El domingo 13
de enero de 2013, comenzamos de nuevo con las actividades programadas por el
Grupo de Montaña Valcorchero para el año en curso. Esta primera ruta del año,
se ha efectuado, desde Plasencia a los Riscos de Villavieja, para desde este
punto dirigirnos a la localidad de Gargüera. En si la travesía no ofrece
grandes dificultades, puesto que la única cima a subir que se puede tener en
consideración, no supera los 1.000 metros de altitud, en concreto se hallan a
909,50 metros sobre el nivel del mar. Aunque desde el punto geodésico de los
Riscos de Villavieja las vistas que se pueden observar son muy bonitas, ya que
tendremos la visión del embalse del Jerte, y del valle del mismo nombre, más
los montes de Traslasierra, y la Planicie del río Tiétar. Es una ruta
aconsejable para disfrutar del entorno por donde discurre tanto en grupos
numerosos, como en reducidos. Y así poder pasar un buen rato en plena
naturaleza, que por estos parajes desborda plenitud. Cosa que ustedes podrán
apreciar por las imágenes que a lo largo del recorrido fui tomando.
Pero como ya
saben los que ven mi Blog, que antes de pasar a exponer las fotografías, es por
mi parte de rigor, comentar cosas sobre los pueblos y comarcas por donde
realizamos las actividades. Y más en concreto exponer por mis escritos viejas
historias, cuentos y leyendas de los mencionados lugares. En esta ocasión les
ofreceré una leyenda que implica a dos localidades veratas, como son las de los
pueblos de Gargüera y Tejeda. Esta es la de la aparición de la imagen de
Nuestra Señora de la Torre, y dice lo siguiente:
Dice la historia en cuestión, que estando un vaquerillo
cuidando las vacas en la dehesa que poseían en el término de Gargüera la
familia de los Paniagua, le llamo la atención, el comportamiento de un toro, el
cual a diario se alejaba de la manada en una dirección invariable. Atraído el
vaquerillo por este hecho, una tarde decidió seguirle los pasos al toro, la
sorpresa de este fue mayúscula, cuando observo que el bruto permanecía
reclinado, ante una pequeña imagen de la Virgen que este mismo toro había
desenterrado con sus pezuñas a los pies de un árbol. Esta virgen era una imagen
del siglo XIII, que sostenía al Niño en su mano izquierda, mientras que en la
derecha presentaba una manzana o naranja, recibiendo la advocación de Nuestra
Señora de la Torre, nombre que le vino dado por la atalaya que los Paniagua
habían erigido junto a la ermita, en el prao de la ermita.
Pero una segunda versión, cuenta como un agricultor que
roturaba los campos de aquel paraje con una yunta de bueyes, descubrió la
imagen en el lugar donde posteriormente se erigiría la capilla, donde se la
rendiría culto hasta principios del siglo XIX, tanto por los vecinos del pueblo
de Gargüera como por los de Tejeda de Tiétar, los cuales acudían en romería el
segundo y el tercer domingo de Pascua de Resurrección, respectivamente.
Pero esto traería consecuencias para ambos pueblos, ya
que entre ellos surgieron disputas por demostrar cuál de los dos pueblos
tendría más derecho para conservar el culto de veneración a Nuestra señora de
la Torre, Tejeda por ser sede de la Cofradía o por el contrario Gargüera por
tener la ermita en su jurisdicción territorial. Según Julián Conejero, vecino
del pueblo de Tejeda, a la edad de 89 años, refirió una historia que el anciano
decía habérsela oído contar a su abuelo, y en ella decía lo siguiente: Estando la imagen en Gargüera
el sacristán de Tejeda fue enviado para que sobornara a su colega con una bolsa
de monedas, y se trajera la Virgen; y así lo hizo aprovechando la oscuridad de
la noche. Cuando a la mañana siguiente se descubrió la falta, fue acusado el
sacristán de Gargüera que se inventó un milagro de la Virgen para salir del
paso, y explicó que la Virgen no quería estar en el pueblo y se había ido a su
ermita. Comprobaron que no era cierto, y después de volver a preguntar al
sacristán confesó que estaba en Tejeda. De nuevo la Imagen tornó a Gargüera;
pero no tardó mucho en volver a Tejeda, y así varias veces hasta que los de Gargüera
se convencieron de que la Virgen no quería permanecer en su pueblo, sino en
Tejeda.
A partir de aquí se restauraría
la Cofradía y se levantaría una ermita donde todos los fieles, sin distinción de
pueblos, pudieran hacerle llegar sus preces.
Y después de esta evocación
de historia Mariana, paso sin más dilación a la presentación y comentarios de
las fotografías.
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Cruzando el puente sobre el río Jerte.
Saliendo de Plasencia.
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Ruinas de un antiguo convento.
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Otra más.
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Y otra.
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Más del mismo.
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Reagrupándonos.
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Ahora toca pista.
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Y más pista.
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Los jóvenes siempre en alto.
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Panorámica.
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Nos observan.
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Agustín y Jorge.
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Ascendiendo hacia los Riscos.
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Más de lo mismo.
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Hito de los Riscos (909 metros).
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De cancho a cancho. “Bendita juventud”.
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otra en la cima.
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Valle del Jerte. Y el pueblo del Torno.
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Cruzando los Riscos de Villavieja.
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Cortado de las buitreras, con la presa del Jerte
en el valle.
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Los amigos buitres.
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Panorámica.
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Entre robles.
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Emboscados.
Subiendo al autobús, para regresar a Plasencia.
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