domingo, 22 de junio de 2014

Piornal - Plasencia - 8 de junio de 2014



Llegada al Piornal.
 
El domingo día 8 de junio, realizamos la ruta que discurre entre las localidades del Piornal y Plasencia, esta transita por bosques de castaños y robles que pueblan la sierra que sirve de divisoria entre el valle del Jerte y la comarca de la Vera, mas por otros bonitos parajes que ustedes podrán apreciar a trabes de las imágenes que acompaño. El tiempo comenzó fresquito, pero según fueron transcurriendo las horas el justiciero Sol fue calentando el ambiente, para terminar nuestro recorrido con temperaturas por encima de los 33º. Aún con esto, todos disfrutamos del bonito y fabuloso recorrido a trabes de estos montes y parajes que se enmarcan en el Valle del Jerte. Pero antes de pasar a mostrarles las instantáneas les contare algo de por estas tierras.
En esta ocasión déjenme que les cuente algo sobre la historia de algunas localidades del valle del jerte, en la cual se dice lo siguiente:
 
Algo de historia sobre el valle del Jerte
 
Sin lugar a dudas el término de Rebollar estuvo habitado desde tiempos prehistóricos, ya que se han encontrado en multitud de ocasiones restos de hachas, puntas de lanza, utensilios de molienda y las tumbas antropomorfas halladas en el "Cerro de la Castañera" similares a las halladas en las fincas del vecino término del Torno "El Mojigato", "Romannejo" y en el Prado Camacho". Se han hecho toda clase de elucubraciones sobre el origen de estas tumbas excavadas en la roca viva, unos la han fechado en la edad de hierro, otros las relacionan con altares prehistóricos de sacrificio, pero probablemente sean de carácter tardorromano.
 
También como enclave neolítico destaca el "Butracón", pequeña cueva, en forma de embudo, donde han ido apareciendo restos diversos, tal que hachas y cerámica tosca.
 
Realmente no existen referencias validas de la etapa prehistórica del Valle del Jerte ya que actualmente los estudios son casi inexistentes, pero podríamos entender que la cultura céltica ha dejado algunas manifestaciones aparentemente claras.
 
Una anécdota sorprendente recogida de bocas campesinas sobre hallazgos arqueológicos en la zona, es la existencia de un "Verraco" en el "Cerro Patín", que desapareció en las primeras décadas del pasado siglo XX. Al parecer, un señor que preguntó por el "Verraco" y se lo llevó a lomos de una caballería. Este tipo de esculturas zoomorfas en piedra son características de la cultura vetona (de origen celta).
 
En Extremadura se han identificado alrededor de 20 "Verracos" similares. Como ejemplo, cabría destacar la parte de un verraco de origen vetón que se encuentra en la actualidad en el instituto de E.S.O. "Maestro Gonzalo Korreas" de Jaraiz de la Vera, fechado entre los siglos V al III a de C. Los hombres vetones rendían culto al toro y al cerdo, que son fundamentalmente los dos tipos de animales que representan sus esculturas. Eran divinidades protectoras de los recintos ganaderos que solían colocarlos en las zonas de pastos y delimitaciones de las tribus, aunque también se relacionan con la fecundidad.
La romanización de la cuenca valxeritense ha dejado diversos testimonios arqueológicos, desde una red viaria de orden secundario hasta numerosas muestras numismáticas, útiles de cerámica, recipientes metálicos, baldosas, pesas de telares, etc., abundantes en el mencionado Cerro Patín. Se han hallado también allí denarios de plata en muy buen estado de conservación.
 
Surgimiento de Rebollar. Ojalvo (aldea matriz)
 
Durante varios siglos el Valle del Jerte estuvo ocupado por cristianos y musulmanes sin que ninguno lograse un dominio estable en el territorio.
Las primeras poblaciones valxeritenses datan del siglo XII (periodo bajomedieval) donde se destaca la estructura básica de poblamiento de la comarca: Asperilla, Ojalvo, Peñahorcada, Navaconcejo, Cabezuela, Vadillo, Jerte, Tornavacas, como aldeas ribereñas; y Piornal y El Torno, como núcleos serranos.
Desde esa fecha hasta el siglo XV, se produce una segunda repoblación, más lenta y espaciada, que en algunos casos es un simple reajuste de poblaciones, como en el caso de la Campana de Ojalvo.
Aunque no está realmente clara la procedencia de los primeros colonos, parece ser que serían gentes castellanas y leonesas, incluso la contribución de los asturleoneses y abulenses parece que han dejado una huella en las formas dialectales del habla y en algunas costumbres.
El nombre de Ojalvo resulta imprescindible como referente histórico para conocer el pasado del actual Rebollar.
 
Aunque resulta casi imposible saber con precisión cuando aparece Ojalvo, se sabe que debió de ser de los primeras aldeas que surgieron a raíz de la política repobladora que Plasencia siguió en su afán de habitar y aprovechar las tierras más próximas, poco después de fundarse la ciudad por Alfonso VIII (1186). Tampoco se sabe realmente si Ojalvo surgió en estas fechas como una aldea nueva o se levantó sobre los restos de una población anterior, ya que incluso algunos estudiosos estiman que existen antecedentes árabes.
 
El significado de "Campana de Ojalvo" se relaciona con la administración eclesiástica. Es un término empleado, desde el periodo medieval, para designar al conjunto de pequeños lugares adscritos a la jurisdicción de una sola iglesia o parroquia. Es una metonimia del lenguaje donde la campana representa y simboliza a la iglesia, de cuyos toques dependen varios poblados. Esta agrupación eclesiástica estaba constituida por Ojalvo -como sede-, Valdastillas y Rebollar.
 
En cuanto al origen etimológico de Ojalvo, parece que procedería de "ojo-albo", donde "Ojo" iría asociado a la acepción de fuente o manantial y "albo", en el sentido de blanco, aludiría al carácter medicinal de la fuente.
Desde el siglo XIII aparece el nombre de Ojalvo en documentos de diversa índole, destacando algún libro de montería donde se alude a los reyes y nobles en sus cazas del oso y del puerco en los montes del Valle del Jerte (Val de Xerete).
En 1468 Plasencia, como señora de su tierra, le concedió un terreno a la aldea de Ojalvo, para aprovechamiento en común de los tres pueblos: Ojalvo, Valdastillas y Rebollar, que formaban la ya comentada Campana de Ojalvo.
(Principal fuente de información: Acercamiento histórico a la antigua campana de Ojalvo. Valdastillas. Fernando Flores del Manzano.)
Y después de este pequeño recorrido de historia paso a mostrarles las imágenes tomadas a lo largo del recorrido de la ruta, espero que sean de su agrado.
El Jarramplas
Casas decoradas.
Comenzamos la ruta.

Ermita de la Virgen de la Concepción.

Panorámica.
Dejando atrás el pueblo del Piornal.

Ya metidos en faena.
Camino de Plasencia.
Entre Robles y helechos.

El pueblo del Barrado.
En el fondo el Monte de San Bernabé.
Transitando por él.
Casas del Castañar.
El Cabrero.

Los helechos y Julio Cesar, “casi se lo comen”.

Descendiendo por una de las laderas.
Otra más.
Agua fresquita.
El embalse del Jerte.

Otra más del mismo, y al fondo de este la ciudad
de Plasencia, vista desde la era de San Bernabé.
Una de Pastos.
Riscos de Villa Vieja.

Otra de los mismos.
Caminando hacia ellos.
Bonita senda.
Ahora con gente.

  El “Druida del Bosque”
con vestimenta contemporánea.
Ascendiendo a los Riscos.

Transitando por ellos.
Panorámica tomada desde ellos.
Dirigiéndonos al punto geodésico de ellos.
Las buitreras.
Parte más alta de estos.
Otra panorámica tomada desde este punto.

Valle del Jerte en dirección al puerto de Tornavacas.

Valle del Tiétar.
Esperando para subir.
  Descendiendo de los Riscos.
Otra más.
Por ir en calzonas.

  El calor aprieta.
  Y la fatiga se aprecia en los rostros.
   El amigo Juanjo estaba incluso enfadado.
 O eso parecía.
Cuando nos encontrábamos con una fuente,
 a por ella que íbamos.
Otra más.
Y con esta concluyo. De aquí en adelante
 a consecuencia del calor,
se paraba poco para sacar instantáneas.
 
 
 

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